miércoles, 8 de mayo de 2013

Cómo estirar la liga al máximo: Iron Man 3

En años recientes, la taquilla cinematográfica ha sido inmersa en adaptación tras adaptación, tras adaptación y la mejor fuente de adaptaciones taquilleras obviamente son los superhéroes, ya tienen una base de fans que los apoyarán y el desarrollo de los efectos especiales apoyan a que la fantasía sea lo más realista posible.

Ya desde los 80's con las adaptaciones de Batman de Burton la taquilla respondió (respondimos) a la necesidad de ver a los Héroes modernos y de dejarnos llevar por sus aventuras y desventuras, de las dos empresas fuertes de la industria del comic, Marvel ha sido la que más ha sacado provecho de sus ceraciones, sobre todo a partir del proyecto Avengers: Fase 1, que incluía una serie de 5 películas (Iron Man, The Incredible Hulk, Iron Man 2, Thor y Capitan America: First Avenger) de presupuestos muy altos (200-250 millones por película) enlazadas solo por unos cuantos segundos entre ellas y al evento grande mismo que se dio el año pasado con la llegada de Avengers, evento altamente cinematográfico con enormes valores de producción, alto interés aunque poco guión (pero que a nadie pareció importarle realmente).

Con la llegada de Iron Man 3, se inicia lo que se conoce como Avengers: Fase 2 (que incluirá además Thor: The Dark World y Capitan America: The Winter Soldier y puede que una más aún sin definir o, si le llegan al precio a Sony Pictures, incluir The Amazing Spider Man 2) todas rumbo a la esperada secuela de la titánica producción.
Pues el inicio de la Fase 2 no pudo ser más triste. Iron Man 3 carece de todo lo que hizo grande a la primera película, desarrollo del personaje, Tony Stark, genio billonario transformado por un capricho del destino en Héroe y después en Superhéroe merecía al menos en un principio, la primera película estructura muy bien el nacimiento del Héroe, sus debilidades, fallas y fortalezas potencializadas que van muy acorde con el siglo XXI, la película dejó un muy buen sabor de boca aunque tampoco resulto excesivamente memorable, lo destacable sería el homenaje al traje original (Fan Service nada más) y el excelente casting de Robert Downey Jr. como Stark aprobado por todos (Incluso Stan "The Man" Lee, creador del Iron Man en 1968 bromeó a reconocer las enormes semejanzas en físico y carácter entre el actor y el personaje).

Las cosas empezaron a ir mal en la secuela obligada, Iron Man 2 además de carecer de un verdadero villano (Wiplash no es precisamente un villano tipo A o incluso B en el Universo Marvel), la incursión forzada de War Machine, la no muy necesaria aparición de Black Widow (Taco de ojo y un punto de unión más con Avengers nada más) pero el problema principal tiene que ver con Disney comprando a la empresa Marvel y obviamente bajándole el tono al target tradicional de Disney: los niños.

El problema de Iron Man es que desde el principio no era un personaje destinado a una audiencia infantil, sino a esa generación de finales de los 60's que exigían separase de las estructuras tradicionales y crear nuevas formas de actuar, escuchar, ver y sobre todo de pensar. La secuela cinematográfica carece de una solidez en guión y en desarrollo de personajes, sobre todo los secundarios (James Rhodes, Anton Vanko y Justin Hammer) y la historia deja muchos huecos sin contestar o que se llenan a base de golpes y explosiones pero sin sustancia o trasfondo, al final la película parecía más un llenar los espacios faltantes antes de estrenar Avengers que una secuela formalmente.

Para la tercera entrega, en principio tenían que liberarse de "la maldición de las terceras partes" (nombren una tercera parte que sea buena, no cuenta Lord of The Rings: The Return of the King pues es una saga que tiene una coherencia narrativa en esa dirección, a concluirse enteramente en el libro 3 y por ende la película sigue el mismo camino), Ya el mismo Batman de Nolan había demostrado que no iba a salir de la maldición y  Iron Man no solo no fue la excepción sino que rebasó las expectativas de los más pesimistas (yo uno de ellos). El cambio de Director de John Favreau a Shane Black no necesariamente fue un gran acierto pero lo peor es el guión mismo.

Los fans hemos estado deseando desde la película uno que manejen el tema del alcoholismo de Stark (Tony Stark es alcohólico para los que no sabían, reflejado magistralmente en el clásico Demon in a Bottle de 1979) o al menos que se notara la madurez del personaje, la bipolaridad que le da el hecho de que sea un genio (es el que se dedicó a recolectar muestras de ADN después de la primera reunión de los Avengers para posibles clonaciones), la posibilidad de adelantarse a los hechos y de actuar de forma poco ética en post de un bien general que puede no quedar claro hasta tiempo después, al ser atormentado por los demonios de los padres incapaz de ser enteramente humano, pero que al final de cuentas es un Héroe y lo demuestra ante todos.
 

En lugar de lo anterior nos diron un mediocre existenccialismo plano similar a las telenovelas mexicanas pero con efectos especiales bonitos (más no exelentes), el desarrollo de personajes es peor que en las entregas pasadas, el villano principal, El Mandarín, uno de los villanos clave en la historia de Marvel Comics es desechado de forma simplista y sin razón aparente, lo que pudo haber sido un gran villano, épico y con capacidad de ser EL VILLANO de Avengers 2 acaba en decepción plena, el otro villano, el principal ahora si, es una oda a Roberto Palazuelos, misma actitud y misma capacidad actoral (por cierto que en la saga original, Killian se suicida por la culpa de haber desarrollado y vendio el extremis a terroristas y ese es su máximo logro, ¿cómo pasó de ser un pié de página en la historia original a ser el villano principal? solo Shane Black lo sabe).

La trama libremente ""basada"" (¿Notaron las comillas?) en la Saga Extremis del maestro Warren Ellis (2005-2006), una saga corta pero compleja y vital dentro de la historia de Iron Man, se acaba desviando hacia lo más simplista posible (celos profesionales, celos pasados, huecos y vacíos amorosos, oda a la adicción al poder, etc.), olvindan la parte principal en la que el Extremis es usado con fines terroristas por Al Quaeda y que el Mismo Stark se lo pone para mejorar su salud e integrarse enteramente con su red de computadoras y su traje pero recordando que su alma y la salvación de la misma es lo más importante y no tanto lo físico. La película gira en torno a la posibilidad del Extremis como arma militar terrorista pero se olvida de lo más importante, establecer la razón de todo: ¿Por qué Killian quiere el control del Gobierno de los EUA? ¿Qué pretende, dominar al mindo como Cerebro? pero ¿por qué? y ¿para qué?

Los guionistas intentaron sacar la acción plena y hacer una película más de tipo existencial (¿Disney? ¿Existencial?) y de suspenso al decender al Héroe a la miseria personal y personal, pero fallan. La principal razón regresa a ser la falta de clasificación o de pertenencia a un Target específico y se vuelve una mezcolanza horrenda: Tiene bromas muy simples dirigidas al público infantil (infantes medio lelos por cierto) e introducen a un sidekick momentaneo de 7 años (que es el que más natural actúa en toda la película), pero al mismo tiempo tiene escenas de acción muy sosas e infantiles (el rescate de todos, si TODOS, los pasajeros del Air Force 1) y escenas realmente violentas (todas las escenas finales dónde se mueren villanos al pro mayor), la aparición y decepcionante aparición de el mandarín, la traición obvia de Killian y Huecos enormes en la trama como el por qué se la pasa la mitad de la historia sin armadura y recargando su armadura nueva mientras que en casa tiene 23 armaduras robóticas más. y ese final es horrendo, sin sentido, caótico, cinefotografiado con las patas, sin sentido de la acción (en realidad parece una corretiza de benny Hill) y con una conclusión mediocemente triste con Pepper Potts con superpoderes salvando el día.

Iron Man 3 siguó la senda de la mediocridad de las terceras partes y cayó en el peor caso de ambigüedad ante la audiencia, en el efecto fácil y en la desconexión entera de la Fase 2 (la escena post Creditos es medioce y sin sentido), tiene que ver con el final del contrato de Robert Downey para hacer Iron Man 4 (esta en pláticas de firmar extensión de contrato para Avengers 2 y 3 pero no para una cuarta entrega de la saga). La película es olvidable al 200% y disfrutable solo si se ve en 2D y probablemente con los efectos de alcohol o estupefacientes, por mi parte como no tomo y no me drogo, tuve que sufrir al verla, pero pormeto no comprarla ni en su versión pirata.