viernes, 20 de junio de 2008

Fraces de Friedrich Wilhelm Nietzsche (1844 - 1900)

“Bendito sea el que olvida, porque a él pertenece el paraíso.”

“Bienaventurados sean los olvidadizos ya que vuelven a tropezar con la misma piedra.“

“Cuando se tienen muchas cosas que meter en él, el día tiene cien bolsillos.”

“De nadie estamos más lejos que de nosotros mismos.”

“En el amor siempre hay algo de locura, mas en la locura siempre hay algo de razón.”

“El casarse es terminar una serie de pequeñas tonterías con una gran estupidez.”

“El Hombre, en su orgullo, creó a Dios a su imagen y semejanza.”

“El hombre sufre tan terriblemente en el mundo que se ha visto obligado a inventar la risa.”

“El que niega su propia vanidad suele poseerla en forma tan brutal, que debe cerrar los ojos si no quiere despreciarse a sí mismo.”

“Es inhumano bendecir cuando nos han maldecido.”

“La buena memoria es a veces un obstáculo al buen pensamiento.”

“La crueldad es uno de los placeres más antiguos de la humanidad.”

“La guerra vuelve estúpido al vencedor y rencoroso al vencido.”

“La madurez del hombre es haber vuelto a encontrar la seriedad con que jugaba cuando era niño.”

“La mujer comprende al niño mejor que el hombre, pero el hombre es más niño que la mujer.”

“La única diferencia entre Dios y yo es que yo existo.”

“La ventaja de tener mala memoria es que se goza muchas veces de las mismas cosas.”

“Lo que se hace por amor siempre acontece más allá del bien y del mal.”

“Los monos son demasiado buenos para que el hombre pueda descender de ellos.”

“No puedo creer en un Dios que quiera ser alabado todo el tiempo.”

“Para muchos, lo abstracto es fuente de fastidio; para mi, en los buenos días, una intoxicación y una fiesta.”

“Quien tiene algo por qué vivir, es capaz de enfrentar todos los comos.”

“Si solo se dieran limosnas por piedad, todos los mendigos hubieran muerto de hambre.”

“Todo idealismo frente a la necesidad es un engaño.”

“Un filósofo casado es un personaje de comedia”

“Yo no soy un hombre, soy un campo de batalla.”

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bienaventurados los castos porque tienen la gracia divina
y la ocasión de dejar de serlo a la vuelta de la esquina.

Así decía un catalán...