jueves, 30 de agosto de 2007

Este Sabado...La Novena en la UNAM

"Este sordo escuchaba al infinito"
Víctor Hugo


Ludwig van Beethoven nacido en Bonn el 16 de diciembre de 1770 y muerto en Viena el 26 de marzo de 1827, es considerado como el principal precursor de la transición musical del clasicismo al romanticismo; tuvo una producción impresionante en prácticamente todos los géneros como en piano (32 sonatas), música de cámara (16 cuartetos de cuerda, 7 tríos, 10 sonatas para violín y piano), música vocal (lieder y una ópera: Fidelio) y finalmente en para orquesta (5 conciertos para piano y orquesta, uno para violín y orquesta, oberturas...); pero una gran parte de su repertorio lo constituye sus Sinfonías.

Beethoven comenzó dichas sinfonías en 1800, a la edad de 30 años, las cuatro primeras de ellas son un constante movimiento y reacomodo estilístico que desembocaron en la Quinta Sinfonía Op. 67 y Sexta Sinfonía Op. 68, ambas realizadas en 1808, continuando con la Septima Sinfonía Op. 92 (1813) y la Octava Sinfonía Op. 93 (1814) todas denotando una fuerza inusitada e incomparable en su tiempo que dejaron un rastro penetrante en el resto de la historia musical. Pero nadie estaba preparado para la obra con la que concluyó su vida musical, en 1824, tres años antes de su muerte, Beethoven termina y estrena su Novena Sinfonía Op. 125.

Única tanto por su orquestación y duración es superior a la de la Tercera Sinfonía en mi bemol Op. 55: Heroica. Fue la primera sinfonía en incorporar la voz humana en un deslumbrante final para orquesta, 4 solistas y coro mixto que cantan en alemán los versos de “Oda a la alegría” de Friedrich von Schiller que reza : Alegría hermosa chispa divina,/ hija del Eliseo,/ ebrios de entusiasmo entramos,/ ¡oh diosa! a tu santuario...
En esta época surge el movimiento cultural Sturm und Drang (tempestad y emoción), que supone la disolución de las formas cortesanas acentuando la libertad y el sentimiento y rechazando el racionalismo riguroso, el movimiento es el inicio de lo que será el romanticismo y Beethoven es quien encarna más visiblemente este tránsito del estilo clásico al estilo romántico al romper el esquema cerrado de las formas musicales para adaptarlas a esta incipiente libertad individual. Además es el primer músico que vive de lo que vende componiendo, creando un precedente en el oficio de compositor, despegándose del mecenazgo al que se sometieron otros músicos como Haydn y Mozart.

La presentación de la obra se dio en el Teatro de la Corte Imperial de Viena, estuvo lleno de celebridades, aristócratas, nobleza y sangre real, fue un evento de magnitudes poco conocidas pues suponía además la última aparición pública del genio alemán. La anécdota reza que la dirección a cargo del maestro Beethoven fue sublime, aún cuando su sordera es total y no oye absolutamente nada de lo que ha creado; una vez concluida, el teatro estalla en aplausos, y el concertino tuvo que pararse a girar al maestro hacia la audiencia para que pudiese ver como todo el público se había puesto en pie y lo homenajea enardecido, a los 54 años de edad, Beethoven había creado su obra más grandiosa y la más eterna de todas, la que lo conduciría a la gloria musical.

Técnicamente, la obra cuenta con una textura es muy diversa y sorprende aún en la actualidad el solo de contrabajo a penas sin otro acompañamiento instrumental; la obra esta dividida en cuatro partes, la primera es un arranque poderoso, con un tema principal que transcurre en escalas y variaciones trepidantes, con incisos más adelante para los momentos líricos interrumpidos por la intensidad de la composición misma. El segundo movimiento es calificado por algunos cronistas (tanto de la época como actuales) como “el infierno en llamas”, por su contundencia y velocidad, suavizado majestuosamente en la recapitulación que conduce al tercer movimiento que, aunque sosegado, conduce firmemente a lo que será el cuarto movimiento, que contiene la melodía coral.
Este último movimiento comienza con breves recapitulaciones de los movimientos anteriores, a los cuales los violonchelos contestan con comentarios inicialmente pensados para la voz humana. Finalmente, el Bajo irrumpe con un llamada "Amigos no en esos tonos..." tras lo cual la melodía del himno a la alegría es tocado, primero por la orquesta, y luego por el coro. Los violonchelos, las flautas y los oboes crean el clima y las voces masculinas y femeninas se alternan declamando la oda de Shiller completa, al final una doble fuga da el contrapunto pausado que lleva al veloz y prolongado cántico final, un desenlace de sinfonía único.

Beethoven quería impresionar a sus oyentes y subrayar sus propósitos de fraternidad universal, y lo logró con este movimiento, que es más bien un ejercicio operístico y un tratamiento orquestal insuperable, sentando las bases para sus discípulos (Wagner, Mahler, Shubert, Brahms entre otros). Actualmente esta obra ha sido declarada recientemente Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO y el último movimiento de esta sinfonía fue adoptado en 1985 por los jefes de Estado y de Gobierno europeos como himno oficial de la Unión Europea.

En todo el mundo es un gran acontecimiento cuando llega a tocarse y es justamente con ella con que cierra su gran temporada anual la Orquesta Sinfónica de Minería a cargo de Carlos Miguel Prieto en su programa de este fin de semana, comenzando el sábado (mientras los diputados y el Presidente de la República se destrozan mutuamente? y concluyendo el domingo con cuatro conciertos en total, todos afortunadamente agotados, el programa lo complementará “Divertimento de El Beso del Hada” de Igor Stravinsky, pero el plato fuerte es la Novena Sinfonía, esperamos que nos haga vibrar como siempre y que nos cale en el alma que buena falta nos hace para depurarnos de tanto hastío de cotidianidad. Textos por Beethoven:

O Freunde, nicht diese Töne ¡Oh, amigos, no con estos acentos
Sondern lasst uns angenehmere Entonemos, más bien, cantos más agradables
Anstimmen und freudenvollere! Y plenos de alegría!

Resto del texto tomado de la "An die Freude" de Friedrich von Schiller

Freude, schöner Götterfunken, Alegría hermosa chispa de los dioses
Tochter aus Elysium, Hija del Elíseo,
Wir betreten feuertrunken, Traspasamos ardorosos
Himmlische, dein Heiligtum. Celeste, tu santuario.
Deine Zauber binden wieder Tu magia reune
Was die Mode streng geteilt; Lo que la usanza con fuerza separó;
Alle Menschen werden Brüder, Los hombres todos se vuelven hermanos,
Wo dein sanfter Flügel weilt. Allí donde se posan tus alas suaves.
Wem der große Wurf gelungen, Quien haya tenido la gran suerte,
Eines Freundes Freund zu sein, De ser amigo de un amigo,
Wer ein holdes Weib errungen, Quien haya obtenido una esposa,
Mische seinen Jubel ein!¡ Mezcle su júbilo con el nuestro!
Ja - wer auch nur eine Seele Sí, también áquel que sólo tenga un alma
Sein nennt auf dem Erdenrund! En el mundo para llamar suya!
Und wer's nie gekonnt, der stehle Y quien no lo haya logrado
Weinend sich aus diesem Bund! Que se aleje llorando de esta hermandad.
Freude trinken alle Wesen Todos los seres beben alegría
An der Brüsten der Natur, Del seno de la Naturaleza,
Alle Guten, alle Bösen Todos los buenos, todos los malos
Folgen ihrer Rosenspur. Siguen su rastro de rosas.
Küße gab sie uns und Reben, Nos ha dado besos y vides
Einen Freund, geprüft im Tod. Un amigo, fiel hasta la muerte.
Wollust ward dem Wurm gegeben, El gusano recibió placer,
Und der Cherub steht vor Gott. Y el querubín se presenta ante Dios.
Froh, wie seine Sonnen fliegen Gozosos, como astros que transitan
Durch des Himmel prächt'gen Plan, El plano del cielo esplendoroso,
Wandelt, Brüder, eure Bahn, Recorred Hermanos por vuestro camino,
Freudig, wie ein Held zum Siegen. Felices, como un héroe hacia la victoria.
Seid umschlungen, Millionen! ¡Abrazaos, millones!
Diesen Kuß der ganzen Welt! ¡Estos besan el mundo entero!
Brüder, überm Sternenzelt Hermanos, bajo la bóveda de estrellas
Muß ein lieber Vater wohnen. Debe morar un Padre amoroso.
Ihr stürzt nieder, Millionen? No os postrais, millones?
Ahnest du den Schöpfer, Welt? No añoras a tu creador, Mundo?
Such ihn überm Sternenzelt! ¡Búscalo más allá de la bóveda de estrellas!
Über Sternen muß er wohnen. Debe morar más allá de las estrellas.

No hay comentarios: